Mostrando entradas con la etiqueta etimología. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta etimología. Mostrar todas las entradas

lunes, 18 de enero de 2010

La mejor ortografía jamás soñada

Recuerdo que un profesor que tuve de historia del español nos dijo un día en clase: "tenemos una ortografía que no nos la merecemos". A mí me hizo mucha gracia la ocurrencia, pero pensé también que tenía más razón que un santo, y en esto, eso sí, debemos muchísimo a la Real Academia Española.

La jovencísima Real Academia de la Lengua desempeñó una encomiable labor allá por el siglo de las luces, llevando a cabo una sustancial reforma que adaptó a la escritura todos los cambios fonéticos y fonológicos que se habían producido a lo largo de siglos y siglos del castellano y regularizando allí donde había irregularidades. Así, por ejemplo, dixo dejó de escribirse dixo para ser dijo (puesto que ya se pornunciaba como una velar fricativa sorda y no como una prepalatal fricativa sorda).

El resultado fue una ortografía clara y transparente, donde por lo general a cada sonido le corresponde una grafía. Nada que ver, por ejemplo, con el inglés ni con el francés, que tienen sin duda ortografías mucho más conservadoras y difíciles y apegadas a la tradición.

En suma, podemos estar orgullosos de que la Academia por aquel entonces decidiera hacer tan modernas reformas, que han hecho de nuestra lengua todo un primor ortográfico. Sin duda, como dijo aquel profesor mío, tenemos una ortografía que no nos la merecemos de buena...

miércoles, 16 de diciembre de 2009

El retrete

Hoy quiero, en honor a mi madre*, recuperar una palabra con mucha tradición y mucho sabor añejo, que es la palabra retrete.

Retrete es una palabra que está perdiendo terreno en las últimas décadas debido al avance imaparable del anglosajón water. Por supuesto, no vale compararlo con baño, aseo ni servicio, porque aquí nos estamos refiriendo exclusivamente a ese indoro que no lo es, a ese lugar tan poco noble aunque no lo sea el vocablo que lo designa.

La palabra retrete procede del catalán o provenzal retret, ya que en su origen hacía referencia a lugar donde un@ se retira por un breve periodo de tiempo, para luego pasar designar más especificamente el lugar donde evacuamos o hacemos de vientre, como dice mi abuela.

En conclusión, creo es una pena que tan sabroso vocablo esté cayendo en desuso, de manera invito a todo el mundo a sumarse a mi campaña de recuperación del retrete.

* Mi madre tiene varias palabras favoritas y una de ellas es sin duda el retrete que hoy es objeto del blog. Siempre se queja del poco uso que se le da a tan histórico vocablo y de hecho, pocas veces habré oído salir de su boca alguno de sus sinónimos. Y hablando los favoritos de mi madre, otro día hablaré de ser más viejo que carracuca y del parto de la burra.

....................................................................................................................................

P.S. Tengo mis dudas acerca del color de fondo de mi nuevo blog... ¿Qué os parece? ¿Votos a favor del negro? ¿Votos a favor del blanco? Agradeceré saber vuestra opinión.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Antojo

1. m. Deseo vivo y pasajero de algo.
2. m. Juicio o aprehensión que se hace de algo sin bastante examen.
3. m. Lunar, mancha o tumor eréctil que suelen presentar en la piel algunas personas, y que el vulgo atribuye a caprichos no satisfechos de sus madres durante el embarazo.
4. m. coloq. P. Vasco. Fastidio, asco, hastío.
5. m. pl. ant. anteojo (‖ instrumento óptico).
6. m. pl. germ. grillos (‖ de los presos).


Me encanta la palabra antojo, por cómo suena, por lo que significa, porque me encanta poder decir que tenemos un antojo cuando nos encaprichamos* con algo y, más aún, por su etimología: la palabra antojo procede del latín ante ocŭlum, es decir, 'delante del ojo', aquello que se nos pone a la vista y nos apetece muchísimo aunque no sea el momento adecuado.

Y ojo a la tercera acepción, porque es muy graciosa también...Qué sería de esta lengua sin la etimología popular y sin ese vulgo que hace que se creen y transmitan expresiones de ese tipo.

...........................................................................................................................................

*Capricho, otra palabra muy curiosa. Procede del italiano capriccio, una palabra que sin duda suena muy italiana (a mí me hace pensar incluso en los nombres de las pizzas en algunos restaurantes). Ahora bien, sobre el origen de capriccio, hay tesis divergentes: una lo vincula al latín capra, oséase, cabra, y otra, según la cual, capriccio sería la suma de capo (del latín caput, 'cabeza') y de riccio, que en italiano significa 'rizado'. En cualquier caso, creo que tengo que consultar el Corominas a ver qué se dice de todo esto, y puede ser que dedique al capricho un nuevo post ;)